No es la primera vez que desde este espacio reclamamos calma. En general lo que priman son conclusiones apresuradas.

Cobos no es un heroe. Cobos no es un traidor. Es un tipo que leyó la situación y actuó cómo mejor le pareció. Y creo que no se equivocó, porque los ánimos parecen estar muy calmados. Ahora, ¿qué hubiera pasado si a estos señores -los Kirchner- se les ocurría renunciar? ¿La historia lo juzgaría?

Clarín insistió con la hipótesis de la crisis política (ya que están pueden ver mi horrible foto ahí en el Senado) y Veintitrés, la revista de Spolsky, salió a decir que Cobos era "el Judas de Kirchner". El texto es realmente desopilante.




Los argentinos somos mandados a hacer para las conclusiones apresuradas. ¿Por qué entonces por una vez no poner los hechos en su justa medida?