Fue muy loco. Fue raro estar presenciando un momento histórico como ese. Ver los votos ir y venir, uno que votaba a favor y al rato cambiaba y votaba en contra. Desde el bloque oficialista se hacían ir y venir rumores. Tenemos 39, tenemos 38, tenemos 37, tenemos 36 pero Menem se levanta y no vota... no sabían qué inventar. Pero desde hoy a la tarde, se sabía que estaban 36 a 36, sólo faltaba terminar de confirmarlo

Y se confirmó. Fueron varios minutos los que Cobos se tomó para aparecer. Y varios más, los que tardó en fijar su postura. Hasta que dijo su frase: "Yo le pido a la presidenta de los Argentinos que envíe un nuevo proyecto que contemple lo que se ha dicho, los aportes que se han brindado en este debate. Que la historia me juzgue. Pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo".

Y en el medio, cientos de especulaciones, declaraciones cruzadas y una gran incógnita sobre el futuro. Simplemente quería compartir lo emocionante que fue haber vivido en vivo y en directo este momento histórico. Ya desde este blog, seguiremos analizando las repercusiones.

Por ahora sólo puedo aventurar una opinión, que es independiente del resultado de la votación. Me dio mucho gusto ver que el Congreso volvió a funcionar. Creo en la importancia de que ese órgano, que debería ser central en cualquier democracia, haya tenido tanto protagonismo. Me pareció genial ver cómo los Rached, Saadi, Corregido, Bortolozzi, Quintela y tantos otros senadores llegaron a las tapas de los diarios y pasaron al centro de la escena política. Ojalá esto sea el principio de algo y no el fin de nada. Ojalá la Argentina pueda retomar la paz.