Es difícil por estos días mostrarse moderado respecto al conflicto israelí-palestino. Tal vez, entre tantos extremos, es difícil levantar la cabeza con una voz de moderación. Los que creemos que Israel tiene derecho a existir y sus ciudadanos a vivir en paz, somos criticados como "fascistas" por quienes defienden el derecho de Hamas a lanzar misiles indiscriminadamente. Los que creemos que Israel debe propender al desarrollo de los palestinos, somos acusados de "antisemitas" por quienes creen que Israel debe defenderse sin miramientos.

Aquí un interesante artículo de Tomás Abraham sobre este tema.

Dice así.

"Escribí que el gobierno de Israel comete un crimen de lesa humanidad, y a pesar de esto, en este mundo de las palabras, se pronuncian muchas y se levantan consignas que muestran el otro lado de esta condena, la de los que aprovechan esta oportunidad que brinda el terror para predicar odios asentados y conseguir adeptos ideológicos.

Todos los que sostienen que Israel no tiene derecho a existir; los que dicen que es una cuña del imperialismo yanqui; los que justifican el terrorismo islámico diciendo que es de resistencia; quienes usan el genocidio del pueblo judío perpetrado por los nazis y sus cómplices para proclamar que sus descendientes no son diferentes de los verdugos de sus padres; aquellos que no reconocen que, si bien Israel es culpable de estas muertes, la responsabilidad política también le corresponde a las teocracias árabes que desde hace sesenta años amenazan con arrojar judíos al mar; todos ellos encuentran ahora un lugar para desagotar su ideología."