Estábamos ahí, sobre la calle Ramón Falcón esperando los tres juntitos, en el Ford K de Vidu, románticamente bajo la nieve. Cada tanto bajábamos del auto y tocábamos el timbre... pero nada. Nadie contestaba, más que el perro diminuto de la esposa/novia del dueño de la radio. Bocina, y nada...
Richard se olvidó de Uno a Uno y se fue a hacer angelitos en la Plaza Flores. Pero es así, una cuestión de costos. Muchas gracias a todos los que llamaron a nuestras casas y/o celulares para preguntar qué pasó con el programa. La explicación seguramente estará en el fondo de una botella de Whisky.
Y después de tanta nieve, ahora salió el sol.
martes, julio 10, 2007
La nieve pudo más
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