Loco, pero real. En estos momentos se lleva a cabo el Mundial de trasplantados. El deporte es una excusa: la salud, el motivo ideal para celebrarlo. Los argentinos van con el apoyo del Incucai y la Secretaría de Deporte.

Hasta ahora, nuestro país ganó dos medallas doradas y siete plateadas. El evento se lleva a cabo en Bangkok, Tailandia. Nos enteramos de más: dentro de la mismísima Secretaría hay un programa especial para transplantados, que la maneja Carlos Lirio.

Lirio salvó su vida en 1995 gracias a un transplante de corazón: se la había donado una víctima de un asalto, previo a su muerte. Increíble paradoja de la vida: en la muerte misma sigue el círculo mismo reproductivo. El devenido funcionario trabajó también para la Fundación Favaloro.

Volviendo al Mundial. El mismo convoca a 1.800 deportistas trasplantados, 21 de Argentina. Muchos de estos competidores se entrenan con la supervisión del programa Deporte y Salud, de la Secretaría de Deporte de la Nación, que se lleva a cabo todo el país como parte del Plan Nacional de Deporte Social en conjunto con Adetra y el Inucai.

¿Condiciones para participar? Pongo algunas...

-Cada competidor debe tener un trasplante de órgano vital.

-Cada competidor debe ser trasplantado por lo menos 6 meses (médula 12 meses), con la función estable del injerto y liberado de complicaciones severas de la terapia inmunosupresiva y poseer un estado en el entrenamiento por lo menos de tres meses.

-Ningún competidor puede estar en diálisis .

"Para ellos el deporte es incluso más beneficioso que para las personas que no han recibido un órgano", dice el coordinador del Programa de la Secretaría de Deporte, Gustavo Moreno.

Más que nunca, el deporte es salud, viejo. Bienvenida la política deportiva, ¿no?

Acá va el link al mundial.

Fotos del evento