"La inflación es un tema que no preocupa al Gobierno, lo ocupa". Así lo definió el ministro de Economía argentino Martín Lousteau, generando la indignación de buena parte de la población y -especialmente- de los políticos opositores.

A veces es bueno poner las cosas en su justa medida. En primer lugar, y antes de seguir con cualquier razonamiento, vale aclarar que lo que debe preocupar -y mucho- a Lousteau es la ausencia de índices de inflación. Hasta tanto no se sepa cuál es la inflación real, no se va a saber si la inflación ocupa, preocupa o alarma.

Más allá de esto coincido con la apreciación de Lousteau. Si se define a la inflación como la principal preocupación o tema a resolver, entonces todo el esfuerzo del gobierno debería estar puesto en esto. ¿Por qué entonces no volver a El Uno a Uno, que no traía inflación?

La inflación es un síntoma, una variable más a tener en cuenta. Pero no puede ser tomado como EL problema a resolver. El problema de la Argentina es la pobreza, que se combate con crecimiento y distribución del ingreso (que no parece estar en la agenda del gobierno).

La inflación debe ser un tema que ocupe, pero no que preocupe. Lo preocupante deberían ser otras cosas, muchas de las cuales todavía no están en la cabeza de este nuevo gobierno.