Se ve que terminar una carrera deportiva no es fácil. Adiós a los flashes, a la fama propia de la vorágine informativa y a verse en el espejo diario de la sección Deportes. Bueno, algunos intentan seguir en el tapete y hacer de todo para estar en
“carrera”. Y quieren seguir reconocidos, al menos, de una forma. ¿Cuál es esa forma? La publicidad.

Esta es de Amunike, un entrañable ex jugador nigeriano (nos hizo un gol, el 3-2 en la final de los JJOO de Atlanta 96). “La mayoría de la gente me conoce por este comercial”, dice. Hoy vive en Santander, España. Vean lo que hizo para ser seguir en el tapete.

Otro caso curioso es el de Robert Prosinecki, un jugador con una gran particularidad: en el 90´ enfrentó a Argentina en el Mundial jugando para Yugoslavia. En el 98´, lo hizo para Croacia. Lejos del fútbol, presenta la misma gama de vehículos que Amunike. Robert aprovechó su fama futbolera de ser apático y de lesionarse seguido para mantenerse vigente.




Y por último, un caso emblema, quizás, que reúne los dos conceptos. El de mantenerse vigente y la publicidad. Julen Lopetegui fue jugador de la época de oro del Logroñés (1991-1994) y supo ser parte del Barcelona. Además, estuvo con la selección española en el Mundial de Estados Unidos. Ahora es comentarista deportivo. Y se desmayó al aire explicando jugadas de la Copa del Mundo 06´. El Banco Gallego capitalizó la caída y lo contrató como imagen de una publicidad en la que el mensaje era claro: según el comercial, el ex arquero se cayó cuando vio los Depósitos accesibles que ofrece la financiera. Vean el spot, maravilloso.




Y si no me creen que la publicidad hace milagros, existen otros casos, aunque más desgastantes que hacer una publicidad, que sirven para mantenerse vigente y esperar el llamado de algún productor, dirigente o vaya a saber quién. Lo importante es estar en el medio.