Los hombres del campo no saben cuánto querer y cuanto ganar. Parece que la codicia no tiene límites. El Gobierno dispuso mayores retenciones para las exportaciones de soja, trigo y maiz. La idea es aumentar la recaudación y evitar que los costos internacionales disparen los precios de la comida en el mercado interno.

La soja aumentó en el último año un 43% (de 848 a 1214 pesos por tonelada); el trigo un 46%. (de 592 a 866). Las retenciones estarían aumentando un 27% (de 27,5% a 35%) y un 40% (de 20% a 28%), respectivamente. Con lo cual, ellos siguen ganando.

Los empresarios agrícolas se quejan, se quejan, se quejan... dicen que le tienen que pagar la mitad de sus ganancias al Estado y que eso es injusto. Pero se olvidan de que nosotros -los consumidores, que no tenemos los beneficios de tener tierra para sembrar- pagamos el 21% de IVA en cada compra que hacemos. Es decir, del total de lo que vos trabajás durante un año, dos meses y medio lo hacés para pagarle al Estado.

Es responsabilidad social del Estado equilibrar la balanza para asegurar las oportunidades de los que menos tienen. Y para eso, no está mal cobrarles impuestos a los que hoy están ganando.

Pero ellos se quejan, se quejan, se quejan... ahora dicen que para el campo volvió el uno a uno. Se olvidan, tal vez que ellos se beneficiaron con ese sistema. La devaluación de la moneda, no intentó beneficiar al agro, sino a los sectores industriales -los que dan trabajo- que tan vapuleados fueron durante los 90.