El miércoles es su día y para festejarlo, no iba a haber diarios. Sí señor, el 7 de noviembre es el día del Canillita, también conocido como el diariero.
Hasta hace unos años era una de las pocas jornadas en que paraban las rotativas. Más tarde, vaya uno a saber por qué, la tradición se perdió.
Este año Sivendia (el sindicato de vendedores de diarios) decidió reimplantarlo, y se armó un escándalo que hizo que todos sepamos por qué se había eliminado el feriado del Canillita. La presión de las empresas periodísticas lo había borrado del calendario y al enterarse que se quería reimplantar, pusieron el grito en el cielo. Ahora dicen que mañana va a haber diarios, aunque los que quieran leeer van a tener que hacerlo por Internet o solicitarlo en otros puntos de venta.
Desde aquí hacemos un llamado a la reflexión. Es un día en el año. ¿Tan grave es si no leemos el diario en papel? ¿Qué pasa que de repente nos agarró un ataque de cultura?
Y seguramente aquí Doña Rosa se quejará diciendo: "Si el día del taxista, hay taxis; el día del peluquero, abren las peluquerías; el del periodista todos trabajan-especialmente los sangucheros- ... ¿Entonces por qué deberían parar los diarieros en su día?
... Y aquí está la trampa. En lugar de protestar para cagarle el feriado a otro, ¿no sería mejor que intentemos que todos tengamos franco en nuestro día? La dejo picando...
martes, noviembre 06, 2007
Un día sin diarios
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