Boca perdió el clásico y, parece, algo más: la compostura. Hay mucha hipocresía dando vueltas. El pibe Ever Banega aparece como el principal responsable. Los mismos que lo señalan son los que hasta hace poco decían que "sólo tiene 19 años. Y mirá cómo juega". Son los mismos que no toleran sus actitudes acordes a su edad. Claro, si no las tuviera, se regodearían de sus actitudes maduras, y hasta lo juzgarían de cómo se hizo grande. Si en apenas un semestre ganó la Copa Libertadores y el Mundial Sub 20, en apenas un trimestre se transformó en el Judas de un equipo entregado.
Del otro lado, aparecen laderos que siempre están a su lado y que son los mismos que, a veces, en ocasiones violentas, piden "desdramatizar" el fútbol. Son los mismos que coinciden con Miguel Angel Russo en eso de que "hay días que podés salir y otros que no". Como si la alegría debiera venir en tiempos felices y en conjunto. Como si una derrota no afecta tanto como para darse una vuelta y aprovechar el día libre. Con esto no juzgo lo que hizo Banega el domingo a la noche: sólo pido que dejemos la hipocresía.
El pibe Banega, héroe del primer trimestre por sus actitudes para un chico de 19 años, volvió a la tierra y se dio cuenta que tiene 19 años. Y hace cosas como tal. La gente, que supo disfrutar de otras actitudes de él, hoy no se lo perdona.
miércoles, octubre 10, 2007
Banega y Boca
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